Día 3 Novena San Juan Bautista De La Salle

Desde su ordenación sacerdotal y a lo largo de toda su vida, La Salle celebró la eucaristía diariamente.
Cada día consagraba media hora a dar gracias a Dios por la misa. La gente se contagiaba de su fervor y se animaba a escucharlo constantemente.

Estaba convencido de que en este planeta no hay acción más sublime y de mayor alegría que la eucaristía. Quedan atrás los éxitos políticos, científicos, técnicos, artísticos, deportivos, entre otros; la presencia amorosa del Señor, superan a todo lo demás, no para excluir a las personas y las labores humanas sino para planificarlas en el amor de Dios, un amor fraterno, cercano y de acogida. La eucaristía nos convoca a ser iglesia y nos convoca a reconocer la presencia de Jesús en medio de nosotros, presencia que se traduce en nuestras acciones y gestos cotidianos. Juan Bautista de La Salle nos invita hoy a ser representantes de Jesús en medio de nuestra familia, colegio o comunidad.