La Pastoral es el referente de las acciones organizadas de la Iglesia para acompañar a la humanidad en sus diversas manifestaciones y estados para descubrir, seguir y comprometerse con el anuncio del evangelio de Jesucristo y su proyecto. En otras palabras, acompañar al ser humano, es una invitación constante al agente de pastoral a salir y ofrecer su vida a ejemplo del Buen Pastor que cuida de sus ovejas.
Atendiendo a la estructura que se ha presentado en la figura anterior, el proceso de gestión sobre la pastoral educativa atiende a los siguientes componentes sobre los que se entiende como:
La Pastoral es el referente de las acciones organizadas de la Iglesia para acompañar a la humanidad en sus diversas manifestaciones y estados para descubrir, seguir y comprometerse con el anuncio del evangelio de Jesucristo y su proyecto. En otras palabras, acompañar al ser humano, es una invitación constante al agente de pastoral a salir y ofrecer su vida a ejemplo del Buen Pastor que cuida de sus ovejas.
Se asume la pastoral en toda la comunidad educativa, bajo el principio de una “obra educativa en pastoral”. Esto impulsa a todos a ser mejores personas, a vivir según la espiritualidad lasallista y a liderar entornos que promuevan la paz, la justicia y la igualdad.
La pastoral y la acción evangelizadora se enfocan en un servicio creativo, colectivo y transformador, adaptado a las realidades locales. Esto facilita la construcción del Reino de Dios, la reconstrucción del tejido social y la mejora del país.
El Distrito Lasallista de Bogotá define nueve fundamentos que describen lo propio y lo característico de la Pastoral Distrital.
Estos fundamentos son el resultado de una construcción teórica a partir de un análisis documental de los textos representativos del Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas, la Secretaría de Pastoral y el Distrito Lasallista de Bogotá, estos describen las características y el qué hacer de la pastoral. Dichos fundamentos están dados en lo teológico, político, antropológico, lasallista, social, pedagógico-didáctico, ecológico y organizativo.
El Reino de Dios como desafío para el anuncio del evangelio de Jesucristo y la transformación social.
La construcción de comunidad como requisito y desafío de la pastoral.
El Desarrollo Humano como vía para el florecimiento de los agentes de pastoral de las comunidades.
El itinerario formativo como hoja de ruta para la pastoral.
La ecología integral para la gestión de ambientes sustentables que favorezcan una mejor calidad de vida.
La pastoral lasallista asume la metodología latinoamericana y el método experiencial.
Los valores identitarios como vivencia de la espiritualidad lasallista en la pastoral.
La pastoral se caracteriza por ser orgánica, sistemática y estructurada.
La persona es el centro de la pastoral para el desarrollo de su integralidad.
Los ejes son los pilares transversales bajo los cuales se caracteriza y diferencia a la Pastoral desde sus valores identitarios de la tradición, carisma y espiritualidad lasallista, apropiando el Modelo de Desarrollo Humano Integral y Sustentable del Distrito Lasallista de Bogotá. Por lo tanto, los valores lasallistas contextualizados en pro del desarrollo humano integral y sustentable, se comprenden desde la relación interactiva y recurrente entre: el yo – el Trascendente, el yo – el Trascendente – los otros, y, el yo – el Trascendente – el entorno.
Es el principio dinámico de toda acción. Se manifiesta como respuesta generosa, comprometida y creativa a Dios y se compone de la interacción del ser humano con la trascendencia de forma bidireccional.
Se da a partir de la relación interdependiente del yo y el otro, es decir el que me rodea, (mi par). Una relación desde la imagen de la alteridad y principio lasallista como lo es la asociación, dentro de la comunidad.
Se comprende como la relación corresponsable, bidireccional e interdependiente entre el yo y lo otro, es decir entre la persona y la sociedad, aquello que el individuo le aporta a la sociedad y lo que el contexto y el entorno le aportan al sujeto para la formación de las capacidades.
Son las diferentes áreas de la vida personal y comunitaria que permiten a la persona ahondar en sus aspectos más esenciales, que juntas, conforman la integralidad y complejidad de la persona permitiendo la potenciación de sus capacidades.
Se sustenta en la centralidad de la persona y sus capacidades internas y externas. La dimensión se propone como un referente clave para el desarrollo de capacidades humanas y el fortalecimiento de la identidad.
Asume los principios de una tradición católica para la formación humana, cristiana y académica. En el mismo se establece la capacidad de asociación a los diferentes proyectos de la Red Educativa La Salle a nivel local, zonal, nacional e internacional.
Fortalece la dimensión cristiana de la persona a través del trabajo por los otros y con los otros, en el reconocimiento de la sociedad y las características del contexto en el que se desenvuelve.
Propende aportar a la construcción de sentidos de vida en los sujetos a través de la persona de Jesucristo y el anuncio y vivencia de la Buena Nueva.
La persona se identifica y se integra desde la fe a una comunidad de creyentes, participando en celebraciones litúrgicas, expresiones sacramentales y asumiendo la misión de construir el Reino de Dios en este tiempo.
Busca atender a la necesidad del reconocimiento del planeta como nuestra casa común, los daños causados a la naturaleza y las acciones reparadoras que se pueden tener con la creación de Dios.
Se entiende como escenario de pastoral los grupos poblacionales por medio de los cuales se desarrolla la pastoral educativa, teniendo en cuenta sus ciclos vitales, su desarrollo cognitivo y psicosocial, sus búsquedas y necesidades personales, y sus narrativas de vida. Cada uno de los escenarios está permeado por el lenguaje, la simbología y las dinámicas que el Movimiento Indivisa Manent ha propuesto a lo largo de los años, de ahí que algunas experiencias formativas que se planteen desde los distintos escenarios compartan elementos comunes y destinatarios.
Se acoge a todos los estudiantes de primaria privilegiando experiencias formativas que les permita atender a su desarrollo psicosocial para el desarrollo y crecimiento humano y espiritual.
Atiende a todos los jóvenes de bachillerato, en sus confrontaciones personales y en su desarrollo biológico con miras a la consolidación del proyecto personal de vida.
Permite la comunicación constante entre los egresados y la institución, de tal forma que desde sus perfiles profesionales o experiencias de vida apoyen el servicio educativo y los procesos pastorales. Y al mismo tiempo la obra educativa sigue aportando en su crecimiento personal.
Propicia la formación, testimonio y vivencia de la espiritualidad lasallista de la vocación del maestro en su misión de educar y acompañar a los estudiantes.
Reconoce la labor y el desafío de orientar a quienes asumen la responsabilidad de criar y formar a los estudiantes y es por esto que la pastoral educativa, en trabajo conjunto con el equipo conformado por el orientador escolar, el trabajador social, entre otros, brinda las estrategias y herramientas de acompañamiento familiar.
Hace referencia a todo el equipo administrativo, servicios esenciales y celaduría que con su trabajo y testimonio apoyan la misión educativa y se forman en la espiritualidad lasallista.
Hace referencia a personas o realidades que permiten a los miembros de la institución tener un compromiso social y de servicio desinteresado con la finalidad de transformar los contextos y generar ambientes justos y de igualdad social.
Tiene como intención formar y acompañar la fe desde la catequesis y propiciar la celebración litúrgica comunitaria.
Tiene una propuesta de Itinerario Formativo en liderazgo y espiritualidad, es decir una organización que orienta y permite la estructuración y vivencia de las experiencias de aquellos que opcionalmente quieren hacer parte de este movimiento pastoral.