POLITEIA - Escuela de Formación Política
Durante 7 días, los jóvenes prenovicios estuvimos inmersos en una experiencia que nos implicó entregarnos al servicio de los jóvenes de nuestro Distrito, al tiempo que nos facilitó una oportunidad para fortalecer nuestras habilidades de liderazgo. La escuela de formación política Politeia abrió sus puertas para que jóvenes de nuestras obras educativas en Cartagena, Cúcuta, Sogamoso y Bogotá, especialmente la Universidad de La Salle, reconocieran las realidades de su entorno local y nacional a la luz de propiciar alternativas en pro del bien común y la dignidad. De hecho, abordaron temáticas particulares sobre la lectura crítica de la realidad, la oratoria, la argumentación y la resolución de conflictos.
Los jóvenes prenovicios estuvimos al frente de dos momentos muy importantes que estuvieron presentes durante toda la escuela. “Volver a la Raíz” era un espacio de interioridad, en el que todos los jóvenes, sin necesidad de profesar un credo en particular, podían vincularse desde la meditación, la contemplación de la naturaleza, y el compromiso por la comunidad. En Volver a la Raíz se propiciaban las síntesis particulares para cada día, a la luz de un momento personal de fe con el Ser Supremo que cada uno experimentaba. De hecho, a ejemplo de muchas comunidades indígenas, se dispuso un espacio en la finca que llamamos La Maloca, donde lo importante era el compartir comunitario y la fraternidad que se construye alrededor de ella.
El segundo espacio importante también respondía a la construcción de fraternidad, y tomaba el nombre de “A parchar”. Alrededor del juego, deporte o simplemente la conversación amena, los jóvenes que provenían de diferentes contextos escolares, socioeconómicos y culturales, podían compartir las experiencias que los han llevado a motivarse por un activismo social. Además, desde experiencias particulares, se propiciaban reflexiones sobre nuestro actuar en la sociedad; por ejemplo, en una simulación de casino se pudo confrontar el comportamiento frente a los juegos de apuesta.
Definitivamente, para los jóvenes prenovicios fue una oportunidad importantísima para poner en práctica los aprendizajes a lo largo de nuestros estudios, así como también compartir las experiencias de reflexión al interior de las comunidades. Desde estos espacios de formación, nos adentramos mucho más a compartir una misión con los asociados, quienes tienen aportes muy valiosos para nuestra propia formación. Por todo lo anterior, obtuvimos nuevos insumos para el discernimiento de nuestra vocación, esta vez reconociendo el lugar de la formación en entornos que se escapan de los lugares tradicionales. Así que regresamos a Bogotá para continuar con nuestro proceso de formación, esta vez, ya casi finalizando un año de confrontaciones, pero con las motivaciones para avanzar en nuestros caminos como Hermanos de las Escuelas Cristianas.