11 Jul
La misión académica 2024 que se llevó a cabo en el departamento del Guaviare, una de las frases que empiezo este relato es la siguiente: “Es una bonita oportunidad de aportar en la vida de estos hijos de la selva” y así fue, un gran aporte en cuatro lugares que nos abrieron las puertas La libertad, La Unilla, San Isidro y Cerritos. Cada una de las instituciones nos brindaron todo el apoyo y la apertura de los estudiantes de los grados décimos y undécimos.
Es una de las formas de dar gracias a Dios por toda la experiencia vivida, y agradecido con los colegios que dijeron “sí” a esta experiencia, a los Colegios Juan Luis Londoño, José Eustasio Rivera, Rogelio Salmona, San Bernardo y Colegio de la Salle de Bogotá a cada uno de los rectores y equipo de trabajo; a los Doce maestros que, saliendo de zona de confort, dieron el todo por esta misión, es allí cuando nuevamente se puede reconocer que el trabajo, la vocación de ser maestro vale la pena al darlo todo por los demás. Tiene mucho sentido cuando se puede aportar a la vida de alguien, entender la realidad y comprender que todos podemos aportar como familia lasallista, y en una semana, se disfrutó, se conoció la realidad educativa y se logró iluminar la vida de más de 100 jóvenes, que desde su historia de vida se les brindo una palabra, una oración o sencillamente la presencia.
Es una bonita oportunidad de aportar en la vida de estos hijos de la selva
Seguir logrando estas misiones es seguir construyendo expectativas que generan más preguntas como: ¿Qué hacer más con ellos? ¿Qué será lo que pueda servirle, a ellos? ¿Cómo aprovechar el tiempo en estos contextos? Pero bueno, al final podemos decir que en este tipo de experiencias es más lo que me llevo para la vida de la Red Educativa, lograrnos asociar y de seguir llevando el evangelio a lugares de periferias.
